La generación espontánea trata de la creencia de que los seres vivos nacen espontáneamente de la materia en descomposición. Esta creencia parte de observaciones naturales de la vida cotidiana, como por ejemplo que de la carne en descomposición nacen los insectos como las mosca.
La generación espontánea fue una realidad durante muchos siglos hasta que Francesco Redi (1626-1697) puso en cuestión dicha teoría mediante un experimento sencillo.
Experimento de Redi
Redi puso frascos en los que introdujo cachos de carne, algunos de los frascos lo tapo con una tela que solo dejara pasar el aire, imposibilitando la entrada de una posible mosca que pusiera huevos en la carne en descomposición. Los otros los dejo destapados.
Al cabo de unos días pudo comprobar que en el frasco descubierto que habían aparecido moscas y larvas, pero solo sucedía eso en los frascos destapados lo que demostró la falsedad de la creencia de que las moscas venían de la carne en descomposición por tanto, la falsedad de la generación espontanea.
Aunque el experimento de Redi demostraba evidencias en contra de la generación espontánea los defensores de esta teoría no lo consideraron suficiente.
En el siglo XIX, Lois Pasteur (1822-1895) fue el que definitivamente deshizo la creencia en la generación espontánea.
Experimento de Pasteur
Pasteur comprobó que los microorganismos presentes en el aire son aquellos que descomponen los medios de cultivo. En caso de usar recipientes esterilizados y de impedir la entrada del aire, los medios de cultivo se mantendrían intactos indefinidamente.
Pasteur dijo que todos los seres vivos vienen de otros.
¿Pero si todos los seres vivos vienen de otros seres vivos como podemos explicar la aparición de las primeras células y los primeros seres vivos?
